Adios Windows. Nos pasamos a Linux

Después de llevar varias semanas trasteando con Linux, ya nos empezamos a olvidar de Windows y nos creemos capaces de empezar a escribir sobre ello en este blog de Inforserranía sin meter demasiado la pata. Si ves cualquier fallo, corrígenos en los comentarios antes de que lo lea más gente. No pretendemos servir como referencia a nadie, entre otras cosas porque todavía estamos muy perdidos. Como mucho, nos gustaría contar lo que nos ha parecido este cambio y las experiencias e impresiones que vamos teniendo al descubrir Linux.

Allá por el siglo pasado ya tuvimos un trimestre entero de informática dedicado a Linux, entonces todo en modo texto y sin internet. También después hemos llegado a dar clase en una academia usando Linux, pero centrándonos principalmente en la programación. Pobres alumnos. Hemos asistido desde fuera a la evolución de este sistema operativo y a lo largo de todos estos años hemos ido juntando un buen montón de Live-CDs de los que acompañaban a las revistas de informática. Los hemos ido probando, pero siempre a modo de curiosidad. Windows siempre estaba ahí y siempre se quedaba.

En nuestro mundo de Windows hemos tomado la sana costumbre de ir usando los mejores programas del software libre en lugar de los propietarios. Hace más de una década que abandonamos MS Office para cambiarlo por Star Office primero y por Open Office después. Para navegar por internet se nos hace imprescindible el navegador Firefox. Blender es software libre y es una maravilla. También lo es el gestor de correo Thunderbird, el Inkscape, el Stellarium, el reproductor VLC y un largo etcétera, además de todo lo habido y por haber en programación. Estas aplicaciones se han convertidos en fundamentales para nuestro trabajo con los ordenadores, y tienen la particularidad de disponer de versiones tanto para Windows como para Linux y otros sistemas operativos.

Teniendo los mejores programas a nuestro alcance, no había motivo para no pasarse a Linux. Pero nunca nos habíamos decidido a dar el salto. Como en informática se dice “si funciona no lo toques”, y Windows XP siempre estaba ahí con su prado verde funcionando sin grandes contratiempos, pues ahí se ha quedado durante todos estos años. Seguíamos con Windows XP por flojera, no hay otra excusa.

Ahora llegaba el momento en el que se cumplía la crónica de una muerte anunciada. En abril finalizó el soporte técnico de Windows XP. Las opiniones están divididas y mientras unos dicen que va a ocurrir el apocalipsis zombie, otros no le ven graves inconvenientes a seguir con XP. Si medio hemisferio tiene instalaciones piratas sin actualizar desde nunca, pues seguirán igual.

Para bien o para mal, más para bien que para mal, este ha sido motivo suficiente para despedirnos de Windows y entrar en serio en el mundo de Linux. Había otras alternativas como tirar este ordenador a la basura y comprarse uno de último modelo con Windows 8 instalado. Pero Windows 8 no nos simpatiza. O ya puestos, un Mac, pero el presupuesto tampoco nos simpatiza. Y lo más importante es que este ordenador va funcionando perfectamente bien para nuestras necesidades. Meterle Windows 7 también hubiera supuesto ampliar memoria, disco duro, etc... y gastar dinero para seguir teniendo un ordenador demasiado antiguo, y con Windows al fin y al cabo.

Nunca hemos sido especialmente rápidos en adaptarnos a las novedades de Microsoft. Estuvimos usando Windows 3.1 hasta el año 1997. Windows 95 hasta 2002, Windows 98 hasta 2005 y hemos aprovechado Windows XP hasta 2014. Las novedades de la técnica del software parece que siempre han exigido estar a la última en hardware. Pero ahora comprobamos que esto no es así. Nos da la sensación de que alguien nos ha estado tomando el pelo todo este tiempo. Con un ordenador de nueve años de antigüedad podemos disfrutar del recién estrenado Ubuntu 14.04 desde el primer día. Instalando la última versión de todo, como si fuera para un equipo nuevo. Y funciona. Todo un lujo al alcance de los más... libres.

En próximos artículos de Inforserranía iremos contando como fue el proceso de transición de Windows a Linux, cómo nos decidimos por cual distribución usar, algunos detalles sobre la instalación, las diferencias y similitudes, las ventajas e inconvenientes, y todo lo que nos va llamando la atención de este nuevo mundo... conforme lo vayamos descubriendo y nos vayamos aclarando.

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