Curso de Geografía, Historia y Patrimonio Monumental de Ronda y la Serranía - Marzo II. El Puente de Ronda

Continuamos con la segunda parte de la anotación del mes de marzo del Curso de Historia de Ronda. Aquí está la primera.


Se dedica una sesión entera del Curso para hablar del Puente Nuevo. Aunque en un principio tiene una misión únicamente práctica, se ha convertido en el principal símbolo de nuestra ciudad.


Desde épocas árabes e incluso anteriores, los habitantes de Ronda tuvieron la necesidad de contar con algún puente para acceder a los caminos del lado nor-este. Primero existió el Puente Árabe en el Arrabal Bajo, pero se cortaba constantemente con las riadas y también obligaba a la gente a subir grandes cuestas. Después se construyó el Puente Viejo que mejoraba un poco la situación, pero se veía insuficiente conforme la ciudad iba creciendo por la zona de El Mercadillo, de Padre Jesús hacia arriba.

Otro gran problema de La Ciudad (Casco Histórico) era la falta de agua. Allí lo único que había era el nacimiento de La Mina, con sus cerca de cuatrocientos escalones. Desde tiempos de la conquista cristiana se planteaba la construcción de un acueducto. Y por ese motivo se eligió para el futuro puente la ubicación de más altura sobre el Tajo. Por lo tanto, el Puente Nuevo forma parte del acueducto que traía el agua a Ronda.


En el siglo XVII empezaron a definir los proyectos y a intentar juntar el dinero. Se destinaron los impuestos de la Real Feria de Mayo para este fin. Se cobraron contribuciones particulares y otros impuestos. También se intentó que participaran los distintos pueblos que se verían beneficiados por los nuevos caminos.

No sería hasta el siglo XVIII cuando reunieron dinero suficiente para empezar las obras y hubo ingenieros capaces de hacerlo. Pero el primer intento salió tan mal que tuvo que ser descartado. Se demostró que los constructores se estaban quedando con el dinero y estaban usando materiales de peor calidad.

Para el segundo intento otro ingeniero diseñó un nuevo proyecto y lo llegó a terminar en varios años. Según los dibujos que nos enseñan era un puente formado por un único arco de lado a lado y sostenido por columnas que partían del fondo del Tajo. A los pocos días de estar abierto al tráfico se derrumbó. Unas historias cuentan que hubo muchas víctimas y otras dicen que "afortunadamente no pasaba nadie en ese momento". Todavía se pueden observar los restos de la base del arco junto al actual puente en las cornisas del Tajo.

El tiempo había pasado y la ciudad cada vez iba creciendo más. Seguía siendo necesario construir el puente. Después de estos dos desastres, el Ayuntamiento otra vez no tenía dinero y tampoco se fiaba de nadie. Arquitectos con más experiencia plantearon un proyecto que sólo tenía un pequeño arco para que pasara el río y lo demás por arriba todo sólido. Después pensaron que eso iba a ser mucho peso y sería mejor hacer encima otro arco de gran altura, parecido al que finalmente tenemos.


Empezaron las obras y se hizo el arco inferior, y se continuó la construcción de los laterales hacia arriba aproximadamente hasta la mitad. Nos enseñan dibujos de la época con el puente a medio construir y planos de los distintos proyectos. Por distintos motivos las obras se fueron retrasando y otros arquitectos ahora creían que si se hacía este arco central tan alto, se podrían derrumbar los laterales por el gran peso. Un proyecto intermedio planteaba otro arco en el centro, el puente ahora iba a tener tres arcos, uno encima de otro. También se contaría con dos plazas en la parte superior para que los carruajes pudieran cruzarse y dar la vuelta con facilidad.

Finalmente el proyecto fue tomado por Martín de Aldehuela, que es quien se ha llevado la fama de hacer el puente a pesar de que ya estaba empezado. Los trabajadores del Ayuntamiento habían continuado con la obra mientras tanto. Finalmente este arquitecto le puso los dos arcos laterales en la parte superior. También añadió las escaleras subterráneas y balconadas interiores en el arco central, así como la gran sala subterránea que en la actualidad alberga al Centro de Interpretación del Puente Nuevo. Con esto se conseguía aligerar el peso de la parte central.

Para la calzada se eligieron las piedras más adecuadas para que el paso de los caballos y carruajes provocara las menores vibraciones posibles, y se abrió al tráfico inicialmente en el año 1787 con barandas provisionales de madera.

Después no se ponían de acuerdo con las balaustradas laterales. En principio querían poner unas estatuas de quienes habían participado en la construcción y otras personalidades, pero el Rey no lo aceptó. Se eligió un acabado sencillo en contraposición al Barroco, y en los ocho balcones colocaron las rejas de Forja Rondeña. Se inauguró en 1794.


Una leyenda urbana cuenta que Martín de Aldehuela murió al caer al vacío mientras inspeccionaba las obras un día que hacía mucho viento. Los documentos demuestran que esto es falso y que murió en su casa tiempo después.

No nos podemos olvidar de que el puente también servía como acueducto. A lo largo de los años, al mismo tiempo que se sucedían todos estos problemas con la construcción del Puente, se iba construyendo por el campo la canalización que iba a traer el agua desde el Pilar de Coca y desde otros manantiales en Sierra Hidalga. En unos tramos la construcción era con tuberías subterráneas y en otros se necesitaban acequias y tarjeas a nivel del suelo o elevadas. En estos tramos se construyeron monumentales arcos de piedra y ladrillo como los que se pueden ver en la zona de la Piscina de Los Arcos, en la Carretera de El Burgo. Lamentablemente no se ha hecho absolutamente nada por conservar estas construcciones que se caen a pedazos.


Para cuando se terminó el Puente, esta tubería llegaba al ya existente Molino Don Félix, y en poco tiempo la continuaron hasta una fuente situada en lo que sería ahora la Calle Portichuelo (Plaza del ahorro). Después se continúo hacia La Merced y finalmente hasta el puente de Ronda, atravesándolo por las canalizaciones previstas a tal efecto y convirtiéndolo en el último tramo del acueducto. En La Ciudad se habían hecho un total de seis fuentes que por primera vez en la historia tuvieron agua corriente.

Recientemente el Puente Nuevo ha sido restaurado en el año 1994 y además del agua ahora lo atraviesan las redes de electricidad y telecomunicaciones. Un alumbrado artístico nos anima a visitarlo por la noche.

Los asistentes al Curso preguntan sobre las técnicas y la maquinaria usada para la construcción. En aquella época no había grúas ni camiones ni nada parecido. Los ingenieros idearon artefactos mecánicos específicos con cuerdas y poleas para ir moviendo los bloques de piedra. Éstos se sacaron inicialmente del fondo del Tajo, y después se trajeron desde canteras cercanas a Ronda.


Y para que esto no se haga muy largo, continuamos en esta otra entrada con el resto del mes de marzo.



Web del curso: www.rondamas.com/congresohistoria2

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